LUEGO DE 40 AÑOS EN LA MONTAÑA RESCATARON LA MOCHILA DE GUILLERMO VIEIRO

Expediciones en el Himalaya (Everest 1971 y Manaslú 1979), ascensos en Aconcagua -entre ellos la pared sur- y decenas de cumbres en Argentina, Perú y Chile, con una larga y destacada trayectoria en el montañismo argentino Guillermo Vieiro afrontó -con sus 44 años- el que fue su último desafío al ascender una ruta en el volcán Tupungato que, al día de hoy, nadie ha repetido. Junto con el tandilense Leonardo Rabal (entonces con solo 20 años) lograron la cumbre de este gigante andino y fallecieron en el descenso por una caída fatal.

No obstante la mochila de Vieiro no quedó junto con su cuerpo y, cuando ambos fueron rescatados días después, permaneció en la montaña hasta que en 2024 una expedición la encontró fortuitamente y este año sus hijas (Azul y Guadalupe) organizaron una expedición para buscarla.
«Junto con Azul y Guadalupe participaron los guías de montaña Gabriela Cavallaro y Gerardo Castillo así como Juan Schiappa, Valentina Romero y los realizadores audiovisuales Melina Tupa, Ricardo Funes y Javier Gutiérrez en la expedición de recuperación de la mochila que se encontraba a 6100 mts de altura…», nos informan desde la Federación Andinistas Argentinos que hicieron el seguimiento día a día de la proeza, destaca su Presidente Mauricio Bernardo Bianchi que «…lo que han realizado los expedicionarios es un extraordinario logro, la información que surja quizás de rollos fotográficos y filmaciones así como anotaciones de la expedición son por supuesto un gran aporte a la historia del montañismo argentino pero sin duda lo más valioso es el aspecto humano para sus hijas al encontrarse con las pertenencias de su padre cuatro décadas después, un mensaje, una cápsula del tiempo que la montaña les permite recibir…».

El volcán Tupungato, de 6565 mts, es la 12da altura de América y uno de los volcanes más altos del mundo, su 1er ascenso se produjo en 1897 pero no fue hasta 2007 que se logró el 1er ascenso invernal. Es una montaña que recibe vientos muy fríos del Pacífico y posee glaciares que constituyen desafiantes problemas a resolver por los montañistas y en aquel 1985 Vieiro y Rabal encararon uno de los ascensos más difíciles y la tragedia hizo que no regresaran pero hoy la montaña y sus condiciones permite que aquel desafío siga escribiendo historia con un extraordinario contenido humano para sus familias.

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