Paso a la inmortalidad del General José de San Martín – 17 de agosto –

San Martín es fundamentalmente un soldado

San Martín es fundamentalmente un soldado, por sus antecedentes de familia, su temperamento, su educación, con relevantes cualidades militares, de cultura, disciplina, carácter y valor. Pero es un soldado de una causa: la independencia de España y la de América, luego, a la que subordinó sus ideas y movimientos con su vocación por la libertad y la paz que brilla con luz propia en su genio político-militar. Su buena vinculación con los caudillos para acompañar en la guerra de la emancipación, su prescindencia en las luchas internas, su partido es el americano, su inspiración estadística la manifiesta en Mendoza y Chile. En el protectorado del Perú lo consideraban «libertador» y de él se alejó para siempre dirigiéndose primero a Chile y luego a Buenos Aires donde su esposa agonizaba, al llegar, Remedios había muerto, en medio de luchas internas enlazadas y la desconfianza que su presencia despertaba decide marcharse con su hija a Europa. Los catorce años que pasó en Grand Bourg, Francia, en casa de un amigo fueron los más felices del destierro. En el verano de 1850 se trasladó a Boulogne Sur Mer para que su quebrantada salud se beneficiara con el clima marítimo y allí murió. La muerte lo encontró débil, pobre y casi ciego el 17 de agosto de 1850.

Las generaciones posteriores y las actuales han valorado su abnegación, su rectitud, su sencillez, y su humanidad,  desconocidas por sus contemporáneos que lo llamaron espía, ambicioso y traidor.

Hoy es llamado héroe, libertador y santo, «El santo de la espada», así han dado su fallo los hijos de aquellos que lo censuraron en vida. Sus proféticas palabras se han cumplido: «En cuanto a mi conducta pública, mis compatriotas dividirán sus opiniones, los hijos de éstos darán el verdadero fallo». –

En 1882 la patria inmortalizó en bronce su memoria, el espíritu se pone de pie en homenaje al pronunciar su nombre que es símbolo y emblema de este gigante de la libertad, inimitable soldado forjado en el crisol de todas las virtudes, ciudadanas y militares.

Nota: Walter Mársico –  agosto de 1999 –

CREDITO DE LA FOTO DE PORTADA: http://nestortaylor.blogspot.com/

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