Síntomas de esta patología ocular que afecta a muchos chicos, requiere anteojos y es posible advertir a tiempo.
En poco tiempo los chicos y las chicas estarán nuevamente en las aulas y es necesario comenzar a “ajustar los motores”. Esto es: preparar útiles y el uniforme, pero también ocuparse de los exámenes y cuestiones de salud pertinentes.
En el ámbito de la salud visual esto es muy importante ya que la escuela es en muchas ocasiones el lugar en el cual se detectan los primeros indicios de miopía en los niños.
“La miopía se puede prevenir hasta 2 años antes si estamos atentos a los primeros síntomas. Por lo general éstos tienen que ver con la imposibilidad de leer letras pequeñas en el pizarrón. ¿Por qué? Porque eso es el signo de la falta de agudeza visual, definida como la capacidad para leer signos chicos en un cartel colocado a 3 o 4 metros de distancia de la persona”, explicó el Dr. Rafael Iribarren, miembro del Grupo Argentino de Estudio de Miopía y consultor de Novar.
La miopía suele aparecer entre los 7 y 12 años, aunque puede evidenciarse antes. “Por eso es muy importante que los niños cuyos padres sean miopes cumplan con los controles oftalmológicos una vez al año. Y lo mismo con aquellos que no tienen antecedentes familiares, porque el cambio de la vida rural a la urbana hizo que los más pequeños estén mucho tiempo encerrados leyendo con luz artificial, ya sea por exigencias del colegio o por placer”, sumó el especialista.
Consejos para evitar progresión
Como suele progresar en su aumento año a año hasta la vida adulta, cuanto más temprano comienza más grave puede llegar a ser el problema. Por ello la detección temprana de los más chiquitos es mandataria. Hoy hay manera de tratar de evitar la progresión. Por ejemplo, llevando a los chicos dos horas por día al aire libre en plazas, patios, balcones o terrazas es una muy buena medida. Tratar de que lean y estén con los dispositivos en manera acotada diversificando las tareas de ayuda en la casa con el estudio basado en una combinación de lectura, discusión oral y juegos relacionados con la temática a tratar. Si aún así se presentará miopía en algún chico, entonces se debe hacer la consulta al oftalmólogo para controlar la miopía pues hay diversos tratamientos ópticos y con gotas.
El rol de la escuela
Como mencionamos al comienzo, muchas veces el primer llamado de atención lo hace el colegio, que le avisa a los padres que el niño o la niña no ve bien el pizarrón. ¿Y cómo se evidencia esto? Puede ser porque el alumno lo manifiesta, o en los más chicos de edad, por dificultades en el rendimiento escolar.
Por esa razón, antes del ingreso a la escuela primaria -es decir entre los 5 y 6 años- las escuelas solicitan a los padres que presenten un certificado de agudeza visual, que debería repetirse año a año.
“El screening previo a primer grado es mandatorio, tanto en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires como en casi todas las provincias. Además, la Ciudad cuenta con un programa llamado ‘Ver qué ves’ que analiza la agudeza visual de 24 mil chicos cada año desde el 2020. Junto con la dilatación bajo pupila, el test de agudeza visual es la mejor herramienta para detectar y tratar a tiempo la miopía en niños”, cerró el Dr. Iribarren.
¿Qué es la miopía?
La miopía es un defecto de refracción que hace que tengamos visión borrosa de los objetos que están lejos, mientras que los cercanos pueden apreciarse con claridad.
Se produce cuando la forma del ojo hace que los rayos de luz se refracten incorrectamente, lo que enfoca las imágenes delante de la retina en lugar de sobre la retina.
Es uno de los defectos más frecuentes del ojo humano. Este problema es genético en una minoría de casos y lo más frecuente es que se produzca por la combinación de dos factores: leer mucho todo el tiempo y estar en ambientes con luz artificial sin salir al aire libre.
FUENTE Y TODOS LOS CRÉDITOS: http://www.
A.J.