A modo de editorial – 10 de septiembre del 2001

A modo de editorial

10 de septiembre del 2001
Por Ernesto García

Cuando terminé de diagramar la tapa me di cuenta que es en sí misma cara y contracara, que era pasado y futuro, que es presente fugaz pero intenso a la vez, que son sentimientos encontrados y un mensaje ambiguo. Pero ¿Qué remedio?, nos tocó aprender demasiado rápido sin dejar atrás las dudas, pero ¿Qué duda me cabe? De que así estamos vivos

La anécdota del recuerdo
Recordaba entonces: «El 1° de septiembre de 1939, Alemania, gobernada por Adolfo Hitler, invadió Polonia. Dos días después, Gran Bretaña y Francia declararon la guerra al III Reich alemán. Se inició la Segunda Guerra Mundial. Los bandos fueron, por un lado, los “aliados”; Unión Soviética, Gran Bretaña, Francia, y luego EE.UU.; y por su lado, los países del Eje: Alemania, Italia y Japón.

Se utilizó la bomba atómica por primera vez en Hiroshima el 6 de agosto de 1945 y luego en Nagasaki el 9, Japón firmó se rendición el 2 de septiembre de 1945.

Murieron 5 millones de judíos. En total 20 millones de bajas militares y 30 millones de bajas civiles. La URSS tuvo los mayores materiales y en vidas (20 millones de personas)»

La edición, terminada el 10 de septiembre de aquel año, entró en impresión en la madrugada siguiente.

Con la tapa que comparto y el siguiente pie editorial

Siempre que se hace una historia

Se habla de un viejo, de un niño o de sí

Pero mi historia es difícil

No voy a hablarles de un hombre común

Haré la historia de un ser de otro mundo

De un animal de galaxia

Es una historia que tiene que ver

Con el curso de la Vía Láctea

Es una historia enterrada

Es sobre un ser de la nada

 

Nació de una tormenta

En el sol de una noche del penúltimo mes

Fue de planeta en planeta

Buscando agua potable

Quizás buscando la vida o buscando la muerte

Eso nunca se sabe

Quizás buscando siluetas o algo semejante

Que fuera adorable

O por lo menos querible

Besable, amable

 

El descubrió que las minas del rey salomón

Se hallaban en el cielo

Y no en el África ardiente

Como pensaba la gente

Pero las piedras son frías

Y le interesaban calor y alegrías

Las joyas no tenían alma

Sólo eran espejos colores brillantes

Y al fin bajo hacia la guerra

¡Perdón! Quise decir a la tierra

 

Supo la historia de un golpe

Sintió en su cabeza cristales molidos

Y comprendió que la guerra

Era la paz del futuro

Lo más terrible se aprende enseguida

Y lo hermoso nos cuesta la vida

La última vez lo vi irse

Entre humo y metralla

Contento y desnudo

Iba matando canallas

Con su cañón de futuro

Iba matando canallas

Con su cañón de futuro

Canción Del Elegido – Silvio Rodríguez

 

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